Recuerdo el día que contacte con Paula…mi desesperación después de cada atracón era tal que me aferraba a cualquier coach o nutricionista que encontraba en redes sociales. Mandaba largos mensajes a “desconocidos” contándoles mi situación. En el fondo sabía que algo no iba bien y que además de ayuda psicológica necesitaba aprender sobre nutrición, aprender a cuidarme y sentirme de una vez bien comiendo; sin miedos, sin prejuicios. De todos los mensajes que recibí sobre información de planes nutricionales o ayudas, el de Paula tuvo algo que desde el minuto uno llamo mi atención, su implicación y la energía de sus palabras me daban calma y esperanza… y eso, para la gente que sufre algún TCA creo que es casi más importante que conseguir un simple menú o dieta o bajar unos kilos.
No es sencillo cambiar el modo de alimentación, y menos de alguien que restringe diariamente y que después se pasa días dándose atracones sin control y sin poder parar. Pero poco a poco, y con la ayuda de las pautas que ofrece Paula fui dándome cuenta de que los atracones eran menores. Cada vez fui cogiéndole más el gusto a eso de cocinar platos que sabes que te sientan genial, que te hacen sentir llena de energía y que hacen que te olvides (poco a poco, y con mucho trabajo interior, eso no lo puedo negar) del peso, de las restricciones y de los atracones.
A los 6 meses me sentía feliz. Sabía que no me había equivocado. Además, Paula es genial, responde a cada duda o mensaje implicándose muchísimo, da seguridad, confianza; ama su trabajo y eso vía online o presencial se nota.
Un año después puedo decir que aún mantengo la forma de comer que Paula me enseñó, que disfruto muchísimo cocinando y nutriendo mi cuerpo con platos saludables, pero que también puedo disfrutar al salir y cenar un trozo de pizza o comer un trozo de pastel y que no siento culpa y lo disfruto también. Creo que lo más importante en estos casos es eso… encontrar un balance que te haga feliz respetándote en cada momento, y no dejando planes con amigos, familia etc. atrás sólo porque impliquen salir a comer. Así, poco a poco, casi sin darme cuenta, y como muchas veces Paula me comento, los atracones acabaron por completo, cada vez me he ido amando más y más y encontrándome mejor conmigo misma y con esta nueva forma de comer ¡qué me encanta!
Así que a cualquier persona que sufra algún TCA la ánimo y le digo y afirmo que sí que se puede salir, aunque parezca un pozo sin salida, sí que la hay… A mí me funcionó muchísimo no darle importancia a los atracones, seguir con mi día tal cual, intentar no hacer restricciones, pero sobre todo hacer cosas que me gustaban, divertirme, no aislarme, salir… Sin olvidar, claro está, la parte psicológica y por supuesto la nutricional.
Muchas gracias por todo Paula