Te enseño a liberarte de la culpa, la ansiedad y el miedo con la comida
Recupera tu paz y equilibrio y di adiós a los atracones y a las obsesiones
Soy Paula García
Me juzgaba mucho y me costó confiar en mí.
Por eso te entiendo si tú también aprendiste a juzgarte, culparte, criticarte, tratar de ser autosuficiente de manera exagerada, o a enfocarte siempre en lo que crees que "te falta".
De esa manera vives sintiéndote constantemente insatisfecha e insuficiente. A la par que frustrada.
Y tiendes a compararte de una manera injusta, por lo que no sueles salir bien parada.
Ser justas con nosotras mismas y vernos desde un lugar más respetuoso y amable, es una de las dificultades que tenemos las personas que hemos vivido en lucha con la comida y con nuestro cuerpo.
Y es algo que necesitamos aprender para poder cuidarnos y vivir con más paz y alegría.
Quizá tú te preguntes si eres un caso difícil, o si con los años que llevas en estas luchas alguna vez lograrás esa paz.
Yo también tuve estas dudas muchas veces. Después de superarlo y acompañar a más de 300 mujeres en este camino, estoy segura que, aun con largos recorridos, se puede recuperar la tranquilidad, la seguridad, y la libertad de comer sin miedo.
Podemos vivir de una forma más plena y calmada, aprendiendo a escucharnos y recuperando nuestro poder. Siendo tú quien elige y toma tus decisiones, y no esos impulsos incontrolables o esa fobia a la comida.
SI TE INTERESA CONOCER MI FORMACIÓN:
Me formé como Dietista-nutricionista (colegiada nº CV 00711) experta en trastornos de la alimentación; en alimentación consciente– mindful eating, en nutrición clínica y deportiva vegetariana y vegana, en la relación entre la alimentación y el sueño, alimentación antiinflamatoria y nutrición para la fertilidad.
También como coach de salud integrativa en el Institute for Integrative Nutrition (2016-2017) y desde 2021 sigo formándome en técnicas del enfoque Gestalt, lo que me ha permitido conocer más al ser humano y descubrir cómo cuerpo y mente son inseparables, para comprender y atender a mis acompañadas de una forma más empática y terapéutica. Estoy colegiada, me superviso y asisto a terapia de manera frecuente; a la par que estoy en continua formación para ser un buen instrumento para quienes confían en mi trabajo y deciden que les acompañe.